CIC energiGUNE, centro de investigación vasco referente en almacenamiento de energía electroquímica y térmica, y miembro de Basque Research & Technology Alliance-BRTA, se ha adherido a la European Raw Materials Alliance (ERMA) para contribuir a reducir la dependencia de la Unión Europea en el ámbito de las materias primas críticas, así como a mejorar la eficiencia de los recursos y a diversificar las fuentes de suministro.
La puesta en marcha de esta alianza es la primera acción del Plan Estratégico de la Unión Europea sobre Materias Primas Críticas, diseñado para construir una cadena de valor resiliente dentro del ecosistema industrial de la UE. El papel de CIC energiGUNE en esta iniciativa estará enmarcado en el grupo de materias primas y materiales avanzados para el almacenamiento de energía y su conversión en aplicaciones tanto móviles como estacionarias
La ERMA, que fue lanzada oficialmente a finales de septiembre por el vicepresidente de la Comisión Maroš Šefčovič, funcionará como la herramienta fundamental de la UE para reforzar el suministro interno de materias primas y eliminar los desequilibrios en el comercio internacional. “Como hemos hecho con la European Battery Alliance -de la que también forma parte CIC energiGUNE- necesitamos unir fuerzas a lo largo de Europa para asegurarnos un suministro sostenible de materias primas, ya que la demanda solo va a crecer en los próximos años” ha afirmado Šefčovič.
Desde ese punto de vista, Europa entiende que los metales, minerales y diversos materiales avanzados son elementos clave para que el continente se configure como un agente sostenible y digital a nivel global. Su posicionamiento en este campo permitirá que la economía europea sea más resiliente, diversifique su cadena de proveedores, genere nuevos empleos y atraiga inversiones y talento.
En línea con ese concepto, la misión de la Alianza es asegurar el acceso a las materias primas estratégicas, y transferir el conocimiento adquirido a los principales ecosistemas industriales del continente, como el Aeroespacial, el de Defensa, el de Automoción y Movilidad, o el de Energías Renovables, entre otros. De esa manera, se podrá poner en marcha un canal fiable, seguro y sostenible que permitirá acceder a los recursos propios, así como a fuentes de inversión y financiación para el desarrollo de proyectos.
Hasta el momento, la Alianza está compuesta por más de 250 socios, entre los que se encuentran empresas, asociaciones, universidades, centros de investigación e instituciones de todo el continente. Su funcionamiento ha sido establecido en torno a cuatro grandes líneas de actividad: establecer un proceso de consulta ágil e inclusivo con las partes interesadas; apoyar la política industrial de la UE para mitigar los cuellos de botella regulatorios y financieros; configurar una plataforma de inversión en materias primas para ayudar a aprovechar la inversión en una cartera de proyectos clave; y fomentar una conciencia estratégica más profunda, incluida la aceptación pública y la perspectiva de futuro sobre el papel de las materias primas y avanzadas en la transición a la economía verde y digital.