Los retos a los que nos enfrentamos son enormes tanto por la parte de la salud pública como por la de la economía mundial. Según la revista Science, estamos ante dos crisis superpuestas: la crisis del COVID-19 y la emergencia climática. La única buena noticia es que el descenso de actividad económica está suponiendo un decremento en los niveles de contaminación atmosférica y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Pero el cambio climático está ahí, y no va a desaparecer.
Afirmar que la inactividad de la industria es la forma de sobreponerse al cambio climático, es una interpretación erronéa. Todo lo contrario, la lectura correcta es que el desarrollo industrial y tecnológico debe acompasar al cambio climático.
Los mayores expertos dictaminan que éste es un escenario de oportunidad para acelerar la transición energética a través de tecnologías disruptivas que hagan que las naciones ganen en competitividad. Es la única fórmula para salir reforzados de esta situación.
En este sentido, el World Economic Forum recomienda usar parte de los fondos de recuperación de la crisis para promover las capacidades en energías limpias, almacenamiento de energía, vehículos eléctricos y nuevos modelos de negocio basados en la digitalización. Estas son cuatro importantes palancas que deben tenerse en cuenta para la recuperación económica viable y sostenible.
Sin duda, las nuevas tecnologías de almacenamiento de energía, en las que CIC energiGUNE es un actor importante, serán claves en este nuevo escenario.
Fatih Birol, Director de la Agencia Internacional de la Energía, lo explica en un artículo que publicó recientemente; El Sr. Birol señala que la crisis del 2008 sirvió para que los países que sí apostaron por el desarrollo de tecnologías relacionadas con la energía solar fotovoltaica y eólica ganasen en competitividad y en cuota de mercado. Hoy por hoy ambas tecnologías están disponibles a un precio asequible.
Aprendiendo de estas lecciones de la crisis del 2008, Birol apunta hacia dónde tendrían que enfocarse los siguientes esfuerzos en desarrollo de tecnología: hacia el almacenamiento de energía.
Esta es la apuesta de la European Battery Alliance, de la que CIC energiGUNE es miembro, y donde se trabaja junto con las grandes multinacionales y actores europeos en la construcción una sólida industria europea de las baterías para 2025.
En este nuevo escenario, todas las tecnologías de almacenamiento tendrán sus nichos de oportunidad. Estamos hablando de baterías de estado sólido para vehículos eléctricos, baratas, seguras y con altas densidades energéticas. El investigador que conceptualizó este tipo de baterías con electrolito solido polimérico es el Profesor Michel Armand, uno de los más prestigiosos investigadores del mundo según el ranking Clarivariate 2019.