Iñigo Careaga, responsable de estrategia de CIC energiGUNE, analiza cómo la inteligencia artificial y las tecnologías cuánticas pueden convertirse en palancas estratégicas para acelerar la transición energética, reforzar la competitividad de Europa y abrir nuevas oportunidades en el ámbito del almacenamiento de energía.

1º Desde una perspectiva de negocio, qué impacto pueden tener las tecnologías cuánticas en el desarrollo de nuevos modelos energéticos?

La cuántica abre la puerta a un salto cualitativo en el diseño de materiales y en la optimización de procesos complejos. Desde un punto de vista de negocio, significa reducir el tiempo y el coste de desarrollo de nuevas soluciones de almacenamiento o conversión energética. Esto se traduce en ventaja competitiva, reducción de riesgos tecnológicos y en una capacidad más ágil para responder a las demandas del mercado.

2º La inteligencia artificial ya está transformando industrias enteras. ¿Cómo puede acelerar la adopción de energías renovables y el despliegue de soluciones de almacenamiento?

La IA es una herramienta esencial para gestionar la complejidad. Nos permite optimizar en tiempo real la integración de renovables en la red, prever la demanda energética y coordinar sistemas de almacenamiento distribuidos. En definitiva, facilita que la energía renovable no solo sea limpia, sino también fiable y competitiva.

3º En términos de eficiencia y costes, qué papel pueden jugar la IA y la cuántica en hacer que las soluciones de almacenamiento sean más competitivas frente a los combustibles fósiles?

Ambas tecnologías permiten reducir el coste total de propiedad de los sistemas. Con la IA podemos extender la vida útil de las baterías gracias a un mejor diagnóstico y gestión de la degradación. Y la cuántica nos ayudará a descubrir materiales más abundantes y económicos que sustituyan a materias primas críticas. Juntas hacen que el almacenamiento sea más eficiente, seguro y accesible.

4º El sector energético depende de cadenas de suministro críticas, como las materias primas para baterías. ¿Pueden estas tecnologías ayudar a diversificar materiales o mejorar su reciclaje?

Exactamente. Con simulación cuántica podemos explorar alternativas más sostenibles a materiales críticos como el cobalto o el litio. Y con la inteligencia artificial podemos optimizar procesos de clasificación y reciclaje, dándole una segunda vida a muchas baterías y cerrando el ciclo de la economía circular. Esto no solo es positivo para el medio ambiente, sino también para la seguridad estratégica de Europa.

5º Cómo pueden la IA y la cuántica ayudar a las empresas energéticas a gestionar la incertidumbre en un mercado cada vez más volátil y regulado?

Vivimos en un contexto de enorme incertidumbre, con precios energéticos fluctuantes y marcos regulatorios cambiantes. La IA nos ofrece predicciones más fiables de demanda, consumo y costes, lo que permite a las empresas planificar mejor. La cuántica, a medio plazo, ayudará a resolver problemas de optimización en escenarios extremadamente complejos, aportando un valor diferencial en la toma de decisiones estratégicas.

6º Europa quiere ser líder en transición energética y tecnologías limpias. ¿Pueden estas herramientas convertirse en una ventaja competitiva para el continente frente a otras potencias como EE. UU. o China?

Europa tiene la oportunidad de diferenciarse apostando por la combinación de sostenibilidad, innovación y ética en el desarrollo tecnológico. Si somos capaces de liderar el uso de IA y cuántica en el ámbito energético, no solo reforzaremos nuestra autonomía estratégica, sino que también atraeremos talento y nuevas inversiones. Esto puede consolidar a Europa como un referente mundial en transición energética justa y competitiva.

7º En el caso concreto de CIC energiGUNE, cómo pueden la inteligencia artificial y las tecnologías cuánticas potenciar la investigación en almacenamiento de energía y reforzar su papel como centro de referencia internacional?

En CIC energiGUNE ya trabajamos con IA para modelizar y anticipar la degradación de baterías, optimizar ensayos y acelerar la transferencia de conocimiento hacia la industria. La cuántica, por su parte, será clave para explorar materiales disruptivos y acortar los ciclos de innovación. Nuestro papel es claro: convertir estas tecnologías en herramientas aplicadas, que ayuden a empresas e instituciones a ser más competitivas y sostenibles. Así reforzamos nuestra misión de ser un centro de referencia internacional en almacenamiento de energía.

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