Interfaces
Admitámoslo, todos tenemos que interactuar. Todo nuestro universo gira en torno a interacciones. Desde la sensación del tacto a la catálisis de las reacciones químicas, pasando por el abrigo impermeable que nos ponemos un día de lluvia, todo se basa en el comportamiento particular en la interfaz.
Estas interfaces presentan un enorme interés para investigadores de casi cualquier campo, particularmente en catálisis, separación de materiales y almacenamiento y conversión de energía. Además, a escala nanométrica es donde todo este este comportamiento interfacial adquiere mayor interés: el área superficial de los nanomateriales es inmensamente mayor que la de sus homólogos a macroescala, maximizando las interacciones interfaciales. Concretamente para la intrusión/extrusión de líquidos, este hecho presenta propiedades únicas que poseen el potencial de facilitar lo que de otro modo sería imposible.
La energía de los fenómenos interfaciales puede optimizarse y aprovecharse para aplicaciones en cromatografía, nanomáquinas inteligentes y almacenamiento de energía. Además, esta energía muestra un gran potencial para innumerables aplicaciones obteniendo, reciclando y redistribuyendo energía, así como controlando sistemas con materiales inteligentes. Debido a las limitaciones actuales de los vehículos eléctricos, por ejemplo, la posibilidad de ahorrar energía a partir del calor residual resulta especialmente atractiva, al igual que la conversión de otras formas de energía.
Aquí, en CIC energiGUNE, el grupo de investigación Fenómenos interfaciales y medios porosos estudia estos fenómenos para adaptarlos y optimizarlos en una gran cantidad de aplicaciones, como son nuestro proyecto insignia Electro-Intrusión (FET-PROACTIVE del Programa Horizonte 2020) de triboelectrificación de materiales porosos y el proyecto ERC Proof of Concept NoDRY para el desarrollo de la tecnología HPLC acuosa junto con investigaciones computacionales realizadas por nuestros colaboradores de la universidad de Sapienza en Roma.
Intrusión/Extrusión
Los nanomateriales porosos se investigan para una amplia gama de aplicaciones, como amortiguadores y parachoques, resortes moleculares, músculos artificiales termorregulados (actuadores), válvulas inteligentes, cromatografía, fluidos inteligentes e incluso agua porosa.
Estos nanomateriales poseen considerables volúmenes y áreas superficiales para su tamaño, lo que los convierte en medios de almacenamiento prometedores para gases, medicamentos e incluso iones de litio en potenciales aplicaciones para baterías. Algunos pueden comprimirse y expandirse en condiciones específicas, lo que les permite comportarse como válvulas inteligentes, interruptores y músculos artificiales. Pero hay otros que son hidrófobos y poseen excitantes propiedades cuando se ven obligados a interactuar con el agua que pueden aprovecharse para una amplia variedad de aplicaciones energéticas, como amortiguadores, resortes moleculares y generadores triboeléctricos.
La intrusión se define como la entrada de un material en una cavidad o canal bajo presión, y la extrusión es el proceso inverso. De esta forma, los principales focos de investigación son almacenamiento y separación, por ejemplo, habitualmente se emplean para cromatografía en columna, donde se separan materiales para su purificación en el laboratorio o en entornos industriales. También se está trabajando en el suministro de fármacos, donde los materiales porosos pueden retener un fármaco/producto químico específico hasta que un desencadenante específico in vivo (por ejemplo, temperatura, pH) hace que se libere en el organismo. Además, algunos materiales porosos pueden incluso sintetizarse alrededor de las moléculas de los fármacos, evitando el paso de intrusión del material.
En la Figura 1, se ilustra esquemáticamente la intrusión/extrusión de agua en el material, con el agua entrando en el material poroso cuando la presión es suficientemente alta (1c). Dependiendo de la flexibilidad del material (entre otros factores) puede haber diferentes grados de pérdida de energía durante el ciclo de intrusión/extrusión. Mientras que esto puede suponer energía perdida si el sistema se considera como una batería, sin embargo, es ventajoso para un amortiguador, donde la energía debe disiparse eficazmente.