El centro de investigación vasco ha obtenido avances significativos en el marco del proyecto europeo HELENA, en el que trabaja desde hace 20 meses junto a otras 14 entidades europeas para construir una batería de estado sólido que permita el despegue y expansión de la aviación eléctrica.

CIC energiGUNE, centro de investigación vasco referente en almacenamiento  y conversión de energía electroquímica y térmica, y tecnologías del hidrógeno, ha conseguido ensamblar las primeras celdas completas para baterías de estado sólido con electrolito de haluro, que se perfilan como pieza clave para el desarrollo de la aviación eléctrica. Este logro, que ha venido acompañado de otros avances relevantes vinculados a la conductividad, viabilidad y estabilidad térmica y de voltaje del electrolito, se enmarca en el proyecto europeo HELENA, liderado por el centro vasco y financiado por la UE a través del programa Horizonte Europa.

“Estos avances representan un paso significativo hacia el desarrollo de baterías de estado sólido más seguras, eficientes y sostenibles que serán especialmente aptas para aplicaciones en aviación eléctrica, así como en vehículos eléctricos, lo que nos coloca a las puertas de una pequeña revolución en el ámbito del almacenamiento de energía”, ha manifestado Pedro López-Aranguren, Investigador Principal del Proyecto.

El trabajo de investigación en CIC energiGUNE ha sido esencial para desarrollar cuatro significativos avances en torno al desarrollo de baterías de estado sólido con electrolito de haluro. En primer lugar, se ha establecido una conductividad del electrolito de haluro de varios mS/cm, lo que posibilita el ciclado de las celdas a altas corrientes y menores temperaturas.. Asimismo, se ha demostrado que se puede trabajar con este haluro en condiciones de sala seca, con lo que se abren posibilidades reales para su aplicación en la industria.

Por otro lado, se ha podido confirmar que el electrolito de haluro posee una alta estabilidad térmica, lo que garantiza un funcionamiento seguro y confiable de las baterías. Y, por último, se ha procedido al ensamblado de las primeras celdas completas del proyecto HELENA, utilizando un ánodo de litio metálico, un electrolito de haluro y un cátodo NMC622 con una carga de hasta 4 mAh/cm2.

Además de estos relevantes avances, el proyecto HELENA también ha permitido establecer protocolos para el manejo seguro y la realización de pruebas de estos materiales y celdas, -garantizando su cumplimiento con los estándares de seguridad y regulaciones europeas-, así como el desarrollo de un concepto avanzado de reciclaje para este tipo de baterías, con un enfoque de máximas garantías en términos de seguridad y sostenibilidad.

Con los avances alcanzados hasta ahora, el proyecto HELENA perfila la culminación satisfactoria de sus objetivos en el plazo de trabajo establecido, y que pasan por el desarrollo de baterías de estado sólido seguras y eficientes, con alta densidad energética y potencia, basadas en un material activo de alto voltaje, un ánodo de litio metálico de alta capacidad y un electrolito de haluro conductor de litio. Con este desarrollo, el usuario final se podrá beneficiar de una mejora de las prestaciones en movilidad eléctrica para largas distancias y carga rápida de la batería. Además, el escalado de la tecnología permitirá una reducción de costes en la fabricación de estos dispositivos de almacenamiento.

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