Según las previsiones de la Organización Internacional del Trabajo de la ONU, el aumento de las temperaturas inducido por el cambio climático podría provocar la pérdida de 80 millones de puestos de trabajo de aquí a 2030, con un coste para la economía mundial de 2,4 trillones de dólares, siendo los países pobres los más afectados.
El cambio climático repercutirá no sólo en la productividad laboral y las enfermedades graves, sino también en los regímenes de lluvias, los incendios forestales, el nivel del mar, las catástrofes naturales, la sequía y la pérdida de biodiversidad. Afectará al sector pesquero y agrícola (perdiendo hasta el 60% de las horas de trabajo entre agricultores y trabajadores de la cadena de suministro agrícola), y también a los sectores del transporte, el turismo, la construcción y la industria.
Sin embargo, hacer frente al reto mundial del cambio climático es una oportunidad para impulsar el sector de la energía verde, en rápido crecimiento, para luchar contra el cambio climático, al tiempo que se crean puestos de trabajo para trabajadores cualificados.
Cuando los retos se convierten en oportunidades
En 2020, el sector energético empleaba a casi 60 millones de personas en todo el mundo. Mientras tanto, en 2021, el empleo en energías renovables alcanzó los 12,7 millones; un aumento de 700.000 nuevos puestos de trabajo en un año a pesar de los prolongados efectos del COVID-19.
De hecho, con la previsión de que la demanda mundial de energía se duplique de aquí a 2050, una transición bien diseñada hacia las energías limpias contribuirá a que el mercado laboral sea más resistente a la escasez de recursos y a los cambios demográficos.
En lo que respecta al hidrógeno, como importante solución del siglo XXI al problema de alcanzar los objetivos de emisiones de CO2 fijados por el Acuerdo de París, la tecnología verde del hidrógeno será una sólida generadora de empleo. La economía basada en hidrógeno verde podría proporcionar el 18% de la demanda mundial de energía, generar 30 millones de puestos de trabajo para 2050 y generar 2,5 trillones de dólares de ingresos anuales en todo el mundo.