Este posicionamiento se ha venido trabajando durante años gracias, a una importante red de colaboradores como Argonne National Laboratory de EEUU y ZSW de Alemania, unido, además, a la creciente demanda de diagnóstico y análisis del estado de las baterías que existe en los últimos tiempos.
Porque, ¿a quién no le ha sucedido alguna vez que de repente una batería le deja de funcionar, o experimenta una muerte súbita siendo demasiado nueva? La sociedad, en general, tiene muchas dudas acerca de cómo se deben cargar las baterías del tablet para que duren más, sobre cuánto deben dejarse cargadas las baterías de los dispositivos cuando se tienen almacenados, o cómo evitar que la batería del móvil se nos caliente en exceso mientras carga.
Estamos ante un escenario de incorporación generalizada de baterías en nuestros objetos cotidianos, como podemos apreciar con la entrada masiva de móviles, tabletas, patinetes, bicis y vehículos eléctricos y, como es lógico, surgen dudas entre los consumidores sobre cómo conseguir que las baterías de estos dispositivos duren lo máximo posible.
Por ejemplo, en el caso de las redes eléctricas, es importante conocer cuál es la tecnología de almacenamiento más adecuada para según qué aplicación, ya que, en principio, no se elegirá la misma tecnología electroquímica para sistemas auxiliares de red o almacenamiento masivo. Una vez seleccionada la tecnología electroquímica, es importante llevar a cabo una homologación de proveedores y asegurar que dichos proveedores no llevarán a cabo cambios sustanciales en la química o en la fabricación de las celdas electroquímicas, ya que estos cambios afectarían al rendimiento del sistema.
Del mismo modo, las empresas que integran celdas que serán parte de una batería y que, a su vez, conformarán un sistema mayor como un vehículo eléctrico, un autobús eléctrico o un avión, también tienen inquietudes similares. Para ellas, resulta relevante desarrollar los modelos más avanzados de estimación de vida de la batería en función de cada aplicación. Es lo que en inglés se denomina estado de salud (state of health- SOH), estado de carga (state of charge- SOC) y vida útil remanente (remaining useful life-RUL).