¿Qué te llevó a decidir desarrollarte como científica?

La verdad es que fui la primera graduada de mi familia, así que realmente no tenía referencias para tomar mis decisiones. Pero tuve un apoyo muy fuerte de mi familia y, en particular, de las mujeres de mi familia: mi madre y mi abuela, que aprendió a leer a los 60 años porque la guerra civil en España la hizo abandonar la escuela. Y tuve la oportunidad de conocer a una joven investigadora que se convirtió en mi supervisora de doctorado, Rosa Palacín, que también fue muy influyente en el sentido de que realmente me dio a conocer este campo de las baterías y los retos a los que nos enfrentamos y cómo podríamos contribuir desde él.

¿Crees que las mujeres están infrarrepresentadas en el campo de las baterías?

Las mujeres están infrarrepresentadas en todas las carreras STEM. Sólo el 7% de las mujeres se dedican a carreras STEM, lo que es una cifra realmente muy pobre. Incluso de pequeñas, no se nos anima a seguir carreras STEM. Y en particular, por supuesto, no en nada relacionado con la ingeniería, la química o la física. Y además, tenemos una falta de referencias; las mujeres que han conseguido grandes logros en los campos de la ciencia no han tenido mucha visibilidad y esto tiene un impacto muy fuerte.

¿Qué crees que se puede hacer para cerrar esa brecha?

Los referentes son fundamentales desde las edades más tempranas. También necesitamos, como sociedad, identificar todos los estereotipos y luchar contra ellos. Y también a nivel institucional, podemos dar reconocimiento y visibilidad a muchas mujeres. Juzgar exclusivamente por el mérito, y de hecho, tener también apoyo para las mujeres en momentos cruciales de sus carreras; en particular, cuando se trata de la maternidad, que es cuando sus carreras también pueden estar en riesgo.

¿Qué crees que hace diferente a CIC energiGUNE para tener paridad en todos los puestos de la organización?

Estoy muy orgullosa de que CIC energiGUNE sea una de las instituciones en las que existe una verdadera paridad entre hombres y mujeres. Siempre hemos sido sensibles a ello, por supuesto, pero nunca lo hemos forzado. Ha surgido de forma natural. Recibimos tantos buenos currículos de hombres como de mujeres, y contratamos a las personas independientemente de su sexo. Formamos a la gente, la apoyamos sin importar el género. Y creo que es un reflejo de la igualdad de capacidades entre hombres y mujeres, y espero que a partir de ahora sea así en muchas otras instituciones.

¿Cómo alentarías a las mujeres jóvenes a hacer carrera en el sector del almacenamiento de energía?

Les diría que tienen la oportunidad de contribuir a la descarbonización de nuestra sociedad con su trabajo. Por supuesto, es un esfuerzo de equipo, pero tiene un impacto. En estos momentos necesitamos mucha gente formada en nuestro campo. Y por lo tanto, es un campo en el que podrán no sólo luchar contra el cambio climático, es un campo que está en constante crecimiento. Se aprende todo el tiempo y se conoce gente muy interesante todo el tiempo. Se puede entrar en este campo desde muchas disciplinas diferentes: química, física, ingeniería, pero también ciencias sociales y economía, por ejemplo. Es un campo en el que sin duda encontrarán trabajo, lo cual es, por supuesto, algo muy motivador también.