Celdas electroquímicas sin ánodo (anode-less)
Las denominadas baterías anodeless o sin ánodo (concretamente, sin ánodo de metal de litio) han llamado la atención de la industria de las baterías debido a la ausencia de capas metálicas de puro litio en el proceso de fabricación de las celdas, lo que las hace más fáciles de ensamblar, más seguras, menos costosas y, por supuesto, más sostenibles.
Sin embargo, uno de los mayores retos a los que se va a enfrentar la comunidad científica en este 2023 es la reducción de la eficiencia en estos dispositivos debido precisamente a la deficiencia de litio en el dispositivo y a las capas ultrafinas e interfases que actúan como ánodos en estas configuraciones.
En CIC energiGUNE ya estamos trabajando en el desarrollo de revestimientos protectores (ASEI), en la formación de interfases estables, y en nuevos electrolitos sólidos compatibles con esta tecnología. Es decir, una investigación destinada tanto a eliminar la reactividad del litio metálico como para que el depósito y crecimiento de las diferentes capas sea lo más homogénea, compacta y pura posible.
Cátodos de alta energía sin cobalto ricos en manganeso
Hasta ahora, el cobalto ha sido considerado un elemento clave en la fabricación de baterías, especialmente debido al boom del vehículo eléctrico. Es más, según un estudio del Cobalt Institute del 2021, el 34% del cobalto extraído se destinó al vehículo eléctrico, a lo que habría que sumar un 31% que se destinan a las baterías de otro tipo de dispositivos.
Ahora bien, el 50-60% de los recursos mundiales de cobalto se encuentran en países políticamente inestables y se extraen en condiciones de trabajo cuestionables. De hecho, la Comisión Europea ya lo identificó en 2017 como una materia prima crítica de la que quería reducir su dependencia. De ahí que los cátodos de iones de litio sin cobalto sean claves para la futura generación de baterías para vehículos eléctricos.
Sin embargo, reducir esta materia prima crítica de los cátodos sin comprometer la energía y el rendimiento de potencia supone uno de los mayores desafíos para la comunidad científica. De ahí que se busquen alternativas que compensen la falta de cobalto con algún otro material prometer que cumpla las mismas prestaciones.
Unas de las opciones de las que más oíremos hablar en este 2023 son los cátodos -sin cobalto- con alto contenido en manganeso. Hablamos de composiciones como LMO (óxido de litio-manganeso), LNMO (óxido de litio-níquel-manganeso), ricos en Li-Mn (también abreviado como LMR-NMC) y LMP (fosfato de litio-manganeso) o LMFP ( fosfato de litio-manganeso-hierro).
Entre ellas, destaca el LMNO espinela de alto voltaje, en el que está trabajando CIC energiGUNE en proyectos como CoFBAT, 3believe, HighSpin y Nextcell, como alternativa prometedora.
A lo largo de este 2023 veremos cómo los esfuerzos de investigación se centrarán en acelerar su comercialización, para conseguir llevar estas baterías más sostenibles, del laboratorio a las aplicaciones reales.