La demanda esperada de vehículos eléctricos en los próximos años hace que los grandes fabricantes de coches estén apoyando técnica y económicamente muchos de los principales proyectos de gigafactorías existentes tanto en Europa como en el resto del mundo.

No en vano, se espera que el sector del automóvil sea la gran industria de la que provenga principalmente la demanda de baterías en los próximos años.

Como ya vimos en un anterior artículo donde analizamos los grandes players detrás de las tecnologías de vanguardia de las gigafactorías, los OEMs automovilísticos también se han aliado en esta apuesta, aportando, sobre todo, los recursos económicos que ayuden al desarrollo de estos proyectos de fabricación de celdas y battery-packs. Todo ello con un doble objetivo:

Por un lado, asegurar su demanda en los próximos años, tratando de reducir así su dependencia de terceros. Por otro, garantizarse el contar con el conocimiento tecnológico asociado al sector de las baterías, una industria clave en los próximos años que irá más allá del vehículo eléctrico. Por todo ello, casi todos los grandes players están actualmente formando parte de una carrera por contar con la máxima participación posible en estos desarrollos, a fin de ser actores activos en esta revolución que se espera en los próximos años en el sector energético.

Volkswagen, protagonista del mapa Europeo

De todos los grandes fabricantes, en los últimos meses una de las compañías que más ambición ha mostrado en este sentido es Volkswagen, sobre todo en relación al mercado europeo.

El pasado mes de marzo, la compañía alemana anunció su intención de contar con, al menos, seis puntos de producción en toda Europa para el año 2030, con una capacidad total de 240 GWh. Con este objetivo en mente, la compañía ya ha comenzado a construir su camino.

Por un lado, Volkswagen es uno de los grandes promotores e inversores de Northvolt, una de las referencias en el sector de la producción de baterías en Europa. Juntos están trabajando en el lanzamiento de proyectos como los que están poniendo conjuntamente en marcha en Suecia, así como en el desarrollo tecnológico de sus soluciones.

Por otro lado, Volkswagen es también uno de los grandes impulsores de otro de los incipientes players tecnológicos del sector: QuantumScape. Junto a esta compañía (cuya apuesta se basa en las baterías de estado sólido), ha anunciado recientemente establecer una primera fábrica de baterías de electrolito sólido en Europa.

Además, la empresa teutona también está trabajando en el desarrollo de otros dos proyectos. Uno, en estado más avanzado, consiste en una planta en la ciudad de Salzgitter (con un innovador centro de investigación de celdas), que se espera que esté en producción en 2025. El segundo, más incipiente, consiste en establecer una fábrica de baterías en España, con el objetivo de suministrar esta tecnología a sus plantas del país, con especial foco a la marca Seat.

En ambos casos (así como en el resto de proyectos que plantea la marca hasta alcanzar la capacidad objetivo fijada) está por ver quién podría ser su socio tecnológico (como los casos de Northvolt o Quantumscape). Sin embargo, tampoco se descarta que sean liderados por la propia compañía, quien ya ha anunciado que estudia fabricar sus propias baterías para controlar “el núcleo” de esta tecnología.

Fuera de Europa, otra de las grandes apuestas de Volkswagen está en la china Gotion, en la que participa en torno a un 25%. De hecho, es la punta de lanza con la que la compañía alemana busca conquistar otros mercados como el asiático. Incluso, se habla que podría apalancarse en ella para desarrollar algunos de los mencionados proyectos en Europa.

 

Grandes alianzas por parte de la mayoría de fabricantes

Junto a Volkswagen, otra de las empresas que mayores anuncios ha hecho en los últimos meses en este sentido ha sido el grupo compuesto por la alianza Renault-Nissan. Y es que, ambas compañías, en el marco de su colaboración, han anunciado su participación en los desarrollos que se están dando en dos de las principales iniciativas actualmente en curso en Francia.

Por un lado, la situada al norte del país que Envision AESC planea para 2024 con una capacidad inicial de 9 GWh. Por otro, la firma liderada por Luca de Meo ha llegado a un acuerdo con la startup Verkor (que está liderando el desarrollo de un proyecto de gigafactoría en Francia también) con el fin de co-desarrollar y fabricar en el futuro baterías de alta rendimiento.

Otro gran grupo que ha confirmado su participación en proyectos de gigafactorías en los últimos meses ha sido Daimler.

La multinacional alemana, recientemente, confirmó su participación en el proyecto de ACC, al pasar a formar parte de su accionariado. Además, se espera que, al igual que ocurre en este proyecto, pueda lanzar nuevas iniciativas en colaboración con TotalEnergies y Stellantis (quien, también en las últimas semanas, ha anunciado su intención de lanzar una tercera gigafactoría asociado a su marca en Termoli, Italia).

A todo esto, hay que añadirle el hecho de que Daimler trabaja o ha trabajado con algunos de las principales fabricantes de celdas que actualmente están liderando proyectos en diferentes lugares del mundo (como por ejemplo CATL o Farasis; participando incluso en el accionariado de esta última minoritariamente), por lo que no se descarta su entrada también en alguna de estas iniciativas. Todo ello se enmarca en el plan que tiene la compañía de contar con 8 gigafactorías en 2030: 4 en Europa, 3 en Asia y 1 en Estados Unidos.

En este último país, la compañía que más protagonismo está ganando en este sentido es Ford. Junto a SK Innovation, el grupo con sede en Detroit ha anunciado, en los últimos días, una inversión de más de 9.750 millones de euros con la que pretende desarrollar tres gigafactorías en el país que le permitan abastecer a la propia marca Ford y Lincoln.

De esta manera, la compañía estadounidense busca competir con su vecina GM, que ya lleva trabajando desde hace unos meses junto a LG Chem en el desarrollo de sus propias gigafactorías (en concreto dos, en Ohio en 2022 y en Tennessee en 2023, con una capacidad de alrededor de 30 – 35 GWh cada uno).

Con estos proyectos, algunos de los principales fabricantestradicionales” de vehículos han comenzado a plagar tanto el mapa europeo como el norteamericano de gigafactorías (así como otras regiones, como Hyundai y LG Chem con la fabricación de una planta de 10 GWh en Malasia). Sin embargo, en esta carrera también juegan un papel protagonista nuevos “jugadores” de la industria.

De todos ellos, el caso más famoso y mediático es probablemente el de Tesla. La marca liderada por Elon Musk es, de hecho, la primera compañía que popularizó el término gigafactoría. Y es que su planta de Nevada (EEUU) es la primera de las muchas que se espera que desarrolle la compañía en los próximos años (empezando, en el corto plazo, por las de Berlín y Texas).

Fabricantes a la expectativa o a punto de sumarse

Como vemos, la apuesta por las gigafactorías se está popularizando entre las grandes marcas automovilísticas. Sin embargo, todavía hay algún gigante del mercado que muestra reticencias a adentrarse en este nuevo negocio.

El caso más destacado es, sin duda, el de BMW. La compañía de Múnich sí está apostando fuerte por participar en el desarrollo del vehículo eléctrico, contando tanto con acuerdos de suministro con marcas como Northvolt o CATL así como invirtiendo en nuevas startups como Solid Power. Sin embargo, todavía no se ha decidido a participar en el desarrollo de grandes proyectos de gigafactoría, alegando que la industria de las baterías se encuentra todavía en una fase demasiado incipiente como para saber qué tecnología será la ganadora.

Otro que todavía no ha decidido dar el paso es Toyota, aunque en su caso parece que esto va a cambiar pronto. El fabricante japonés, una de las compañías que lidera la carrera por las baterías de estado sólido y que más tiempo lleva trabajando en el desarrollo tecnológico de los vehículos eléctricos e híbridos, todavía no cuenta con ningún proyecto en curso vinculado al desarrollo de gigafactorías. Por ahora, en este sentido, Toyota únicamente cuenta con una Joint Venture junto a Panasonic asociada al desarrollo de celdas prismáticas en Japón, llamada Prime Planet Energy. Sin embargo, el pasado mes de septiembre ya anunció su intención de que esto cambiara, con planes de inversión de hasta 13 mil millones de dólares para desarrollar este tipo de proyectos hasta 2030.

Terminando el repaso de los grandes fabricantes, Honda es otra de las compañías que queda por entrar en esta “fiebre” de las gigafactorías. Si bien es cierto que cuenta con ambiciosos planes de electrificación (que suponen grandes contratos con importantes proveedores de baterías), la también compañía nipona no cuenta con proyectos “flaghship” de baterías. Sin embargo, al igual que ocurría con su vecina Toyota, es probable que esta situación pueda cambiar en cualquier momento. Sobre todo teniendo en cuenta su participación (eso sí, minoritaria) en el accionariado de gigantes del sector como CATL.

 

Así, parece claro que hasta los más rezagados van a tomar velocidad en los próximos años. Y es que, como indicábamos, gran parte del futuro de estas compañías pasa por garantizar su demanda de baterías.

A modo de resumen, a continuación, mostramos una recapitulación visual de las alianzas que las grandes compañías de automóvil están realizando de cara a desarrollar algunos de los principales proyectos de gigafactorías en todo el mundo:

Autores

Nuria Gisbert, Directora General de CIC energiGUNE; Miembro de la Comisión Experta del Parlamento vasco sobre el Pacto Vasco de la energía, miembro del comité científico asesor del Vitoria-Gasteiz Green Deal y miembro del Comité Científico Asesor del Consejo Vasco de Ciencia, Tecnología e Innovación del País Vasco.

 

En colaboración con:

Iñigo Careaga: Analista de negocio de BCARE

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