Como ya hemos mencionado en otras ocasiones en nuestro blog, la Unión Europea es una de las regiones del mundo que está realizando una mayor inversión por la industria de las fábricas de baterías. Sobre todo, debido a que a través de ella se espera alcanzar tanto objetivos de carácter económico como medioambientales, algo que va en línea con los planes de recuperación post-covid definidos a nivel comunitario desde la pandemia de 2020.
Ahora bien, este plan de industrialización del sector de las baterías a nivel europeo lleva ya varios años gestándose. Ya en 2017, el comisario europeo Maroš Šefčovič anunció la intención del continente de desarrollar el sector de las baterías como palanca clave para su futura competitividad, invirtiendo, para ello, en iniciativas que permitieran a Europa ganar una cierta independencia tecnológica respecto a otros países (como por ejemplo China, gran dominadora actual del mercado).
De este contexto surgió una de las principales iniciativas que ahora mismo se está desarrollando en Europa: la sueca Northvolt. Liderada por dos ex-directivos de Tesla, esta compañía es uno de los proyectos en los que mayores esperanzas tiene depositada la industria europea para su desarrollo.
No en vano, el pasado mes de diciembre Northvolt se convirtió en la primera gigafactoría europea en comenzar a ensamblar su propia tecnología de celdas de batería en Europa, dando así el pistoletazo de salida a su fábrica al norte de Suecia con la que esperan alcanzar una capacidad de 32 GWh al año. A esto hay que añadirle, además, los acuerdos que la compañía está alcanzando con grandes OEMs del sector automovilístico con la intención de desarrollar nuevos proyectos, como el recientemente anunciado con Volvo (por el que esperan, a partir de 2025, contar con una nueva gigafactoría en Gotemburgo con capacidad para equipar 500.000 coches eléctricos al año).
A esta apertura se espera que se le una en poco tiempo el gran proyecto de gigafactoría de Tesla en Berlín. Según las últimas noticias, se espera que para antes de que acabe el primer trimestre de 2022, la compañía liderada por Elon Musk comience a operar en su planta -a las afueras de la capital alemana-, con la que espera alcanzar una capacidad productiva de 40 GWh al año según las estimaciones más conservadoras.
Los grandes OEMS ganan protagonismo en el mapa de proyectos
Precisamente, son los grandes fabricantes de automóviles como los ya mencionados los que en los últimos meses han concentrado algunas de las principales novedades en términos de proyectos e inversiones.
Por encima de todos, tal vez el caso más destacado sea el de Volkswagen, que en marzo de 2021 anunció su intención de abrir hasta 6 gigafactorías antes de 2030 en todo el continente. Una de ellas ya cuenta con ubicación y desarrollo (en Salzgitter, Alemania) y se espera que durante este primer semestre del año 2022 se conozcan más detalles del resto de ubicaciones y proyectos.
Junta a ella, otra compañía que ha acelerado sus planes por la industria ha sido Stellantis. El grupo anunció el pasado año la puesta en marcha de su tercer proyecto de gigafactoría, en este caso al sur de Italia (en la ciudad de Termoli). Esta iniciativa se une a las otras dos que ya estaban en desarrollo a través de la compañía ACC, fruto de su joint-venture con Total Energies y ubicadas en Billy Berclau Douvrin (norte de Francia) y Kaiserslautern (oeste de Alemania).
Precisamente, ACC también ha copado titulares en los últimos meses gracias a la inversión en esta iniciativa junto a Stellantis y Total Energies de otro gran OEM: el gigante alemán Mercedes Benz. quien anunció el pasado mes de septiembre la adquisición de un 33% de ACC.
No muy lejos de la planta de ACC en Douvrin se situará otro gran proyecto con una importante OEM de por medio: el desarrollado por la startup francesa Verkor junto a Renault en la ciudad de Dunquerque, al norte de Francia. El fabricante galo anunció su intención el pasado verano de invertir en este proyecto con el objetivo de comenzar a materializar su estrategia de electrificación para los próximos años. De hecho, no es el único proyecto en el que participará, ya que también anunció el proyecto con Envision AESC que está desarrollando en la ciudad de Douai, también al norte de Francia.
Su modelo de colaboración será similar al que la propia Envisión ya está llevando a cabo junto a Nissan para la puesta en marcha de una gigafactoría de hasta 38 GWh en Sunderland (Reino Unido). Este proyecto, junto a Britishvolt que ya está en fase de construcción (en colaboración, entre otros, con Lotus Cars), aspiran a situar a Reino Unido como uno de los principales hubs de producción de baterías de Europa.
Otro país que aspira a liderar la industria es Italia, sobre todo gracias al ya mencionado proyecto de Stellantis y el macroproyecto de Italvolt (el más grande de los planeados en Europa, con una capacidad esperada de 70 GWh). De este último, que se ubicará al norte del país, se ha sabido recientemente que se encuentra en fase de diseño, con el objetivo de poder poner en marcha la fábrica en 2024 con un modelo “completamente sostenible”.
España acelera su apuesta
Uno de los países que mayor número de novedades ha presentado en los últimos meses ha sido España, segundo gran país fabricante de automóviles en la Unión Europea.
Precisamente por la importancia que este sector tiene en el país, diferentes iniciativas han ido cogiendo forma o surgiendo en los últimos meses con el objetivo de permitir satisfacer la demanda que se espera que haya en España y el resto de Europa en los próximos años.
En este sentido, la ya mencionada Volkswagen ha anunciado su intención de que una de sus seis gigafactorías se establezca en España. De hecho, la marca alemana se encuentra actualmente trabajando en seleccionar la ubicación definitiva de este proyecto, con el que espera alcanzar una capacidad de producción de 40 GWh una vez esté completamente operativa.
Por su parte, el proyecto Basquevolt, spin-off de CIC energiGUNE, situado en Vitoria-Gasteiz (País Vasco), es otra de las grandes iniciativas en curso. Sobre todo, debido a su propuesta tecnológica, al ser el único proyecto actualmente en desarrollo en toda Europa centrado en la futura generación de baterías de estado sólido (la gran apuesta de los fabricantes de vehículos a medio y largo plazo). El propio comisionado Maroš Šefčovič ha puesto en valor este hecho, destacando que “la tecnología vasca para las baterías es extremadamente valiosa para Europa”.
Todo ello, a la espera de que se concrete el nuevo plan de ayudas que el Gobierno estatal ha anunciado para este año, con cargo a los fondos europeos y con el que espera impulsar la industria del vehículo eléctrico y conectado.