La nueva regulación de baterías aprobada por la UE, que tiene como objetivo incrementar la sostenibilidad en el sector, incluye requisitos clave como la declaración obligatoria de la Huella de Carbono para los diferentes tipos de baterías. A pesar de que medir esta Huella de Carbono representa un desafío para los diferentes actores de la cadena de valor, entenderlo generando, a la vez, oportunidades a través de la innovación tecnológica, supone una combinación ganadora de cara a asegurar la descarbonización del sector.

En los últimos años, la sostenibilidad se ha ido integrando como uno de los pilares fundamentales del sector del almacenamiento energético. Prueba de ello es la Regulación de baterías y residuos de baterías, aprobada por el Parlamento Europeo en Julio de 2023. Este marco jurídico pretende asegurar que las pilas y baterías puedan circular libremente en el mercado interior de la Unión Europea, eliminando barreras comerciales y facilitando la competencia justa. Todo ello, además, con el objetivo de  reducir y prevenir los impactos negativos derivados de la generación y gestión de residuos de las pilas o baterías en el medio ambiente.

Uno de los artículos más relevantes de esta regulación desde el punto de vista de la sosteniblidad es el Artículo 7, en el que se define para cada uno de los tipos de baterías, la fecha en la cual será obligatorio presentar la declaración de la Huella de Carbono, así como la información mínima requerida.

Desafíos y avances en la Huella de Carbono de las baterías

La Huella de Carbono es un componente importante en la evaluación ambiental de las baterías, ya que determina la cantidad total de emisiones de CO2 generadas directa o indirectamente durante el ciclo de vida, incluyendo desde la extracción de materias primas hasta la producción, uso y disposición final.

En el contexto de la Regulación de baterías, el documento “Rules for the calculation of the Carbon Footprint of Electric Vehicle Batteries”, desarrollado por el el Joint Research Center (JRC), será la base para la aplicación de los requisitos establecidos en el Artículo 7 del Reglamento, ya que, a través de unos alineamientos y marco común claros, determina la metodología para el cálculo y verificación de la Huella de Carbono de las baterías para vehíulos eléctricos.

Este documento se basa el método de la Huella Ambiental (EF por sus siglas en ingles desarrollado por la Comisión Europea, así como en las Reglas de Categorías de Huella Ambiental de Productos para baterias (PEFCR por sus siglas en ingles).

Desde la publicación del Reglamento, es evidente que éste es uno de los requerimientos que más interés está generando a nivel nacional e internacional, ya que  los fabricantes que quieran producir o comercializar sus baterías en la Unión Europea, deberán cumplir con la declaración de la Huella de Carbono de su producto, implicando por tanto, una evaluación de todas las fases de producción del producto.

Esto puede ser complicado debido a la dependencia europea de terceros países como China, que no solo controlan la cadena de suministro global de materiales clave como el litio, el cobalto y el grafito, sino que realizan gran parte de su procesamiento. Esto presenta desafíos significativos para calcular con precisión las emisiones de carbono asociadas a la producción de baterías, debido a la inaccesibilidad de la información. Además, la complejidad de las cadenas de suministro internacionales requieren de la cooperación y el intercambio de datos sensibles (y en la mayoría de los casos confidenciales) entre múltiples actores a lo largo de la cadena.

Debido a esto, durante los últimos años, se han realizado diversos esfuerzos para calcular la Huella de Carbono de diferentes tecnologías de baterías, principalmente de ion litio. Este valor depende de varios factores como: el tipo de tecnología, su aplicación, el proceso de fabricación, el tamaño, la fuente de energía utilizada durante la producción, el país donde se produce, las etapas del ciclo de vida que se han incluido, entre otros. Es por ello, que los rangos de emisiones varían ampliamente, complicando la tarea de tener un valor único.

Analizando los estudios más relevantes de los últimos años, se establece que las emisiones de CO2 por KWh de baterías de ion litio están en un rango entre 70 y 170; mientras que para estado sólido se situán entre 75 y 120; y para baterías de sodio entre 80 y 110. En el caso de las baterías de ion litio, es el cátodo el que, por norma general, contribuye con entre un 27 y un 39% del impacto.

Implicaciones y estrategias para la sostenibilidad en la industria de baterías

Entender estos valores es esencial por varias razones. Por un lado, sirve para entender los múltiples desafíos a los que se enfrenta el sector, como el uso intensivo de energía, la extracción de materias primas críticas, la coordinación de acciones en toda la cadena de valor, el incremento en la demanda de baterías o el intercambio de información sensible.

Además, permite desarrollar una estrategia dirigida tanto a la toma de decisiones informadas como a la innovación en el diseño y fabricación. Igualmente, implica una divulgación transparente que fomenta la competencia basada en el desempeño ambiental, desarrollando tecnologías más limpias y sostenibles que puedan diferenciarse en el mercado.

Abordar estos desafíos generará, por tanto, oportunidades significativas para transformar la industria hacia modelos más sostenibles y contribuir a la mitigación del cambio climático a través de la electrificación de la movilidad, produciendo, así, una estrecha colaboración entre todos los agentes implicados.

Desde CIC energiGUNE trabajamos para el desarrollo de tecnologías sostenibles que, además de dar respuesta a las necesidades técnicas del sector, permitan cumplir con los estándares de sostenibilidad exigidos. Además, contribuimos ayudando a los diferentes agentes de la cadena de valor a adaptarse a estos nuevos estándares técnicos y de sostenibilidad, facilitando la transición de nuestros socios hacia prácticas más sostenibles y responsables.

Las cookies de este sitio web se usan para personalizar el contenido y los anuncios, ofrecer funciones de redes sociales y analizar el tráfico. Puedes obtener más información y configurar sus preferencias AQUÍ